La culebrilla; que es

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La culebrilla es una patología que afecta los nervios, causando dolor y ampollas en los adultos, siendo el responsable o su causa el herpes zóster que causa la varicela en los niños, sin embargo después de recuperarse de la enfermedad el virus queda inactivo, pero continúa viviendo en algunas células nerviosas.

Situación que por razones que aun se desconoces, el virus puede volverse activar en los adultos, generando como resultado la culebrilla. Sin embargo lo que debemos saber es que la

mayoría de los adultos conviven con el virus y nunca contraen culebrilla, pero estadísticamente uno de cada cinco adultos que han tenido varicela contraerá culebrilla más tarde en su vida.

Los síntomas que presenta la enfermedad son ampollas en la piel que tienden a agruparse en un área específica, en vez de extenderse a todo el cuerpo como sucede con la varicela.

El proceso se activa cuando el virus ya activo se desplaza por la vía de un nervio llegando a la superficie de la piel, brotando a modo de sarpullido, que por lo general se manifiesta como una franja en un lado del rostro o del cuerpo. Es importante destacar que tener culebrilla no quiere decir que exista alguna enfermedad subyacente grave.

Quienes pueden contraer Culebrilla

Bien cualquier persona que mantenga el virus de varicela zóster en su cuerpo se encuentra en riesgo latente de contraerla y en la actualidad no existe forma de saber cuando sucederá, sin embargo algunos parámetros pueden incrementar la probabilidad de contraer la culebrilla y son los siguientes;

-Edad avanzada; El riesgo de culebrilla se ve incrementado con la edad, ya que las personas mayores tienen las defensas orgánicas disminuidas y les cuesta en general combatir las infecciones, por ello en particular los mayores de 70 son el grupo poblacional de alto riesgo para esta enfermedad.

-Problemas inmunológicos. Cuando el sistema inmune se ve afectado por alguna enfermedad subyacente como la infección del VIH, las drogas para el tratamiento del cáncer, los tratamientos de radiación, excesos de sol o por el trasplante de órganos, incluidos el estrés o un simple resfrío, todos son factores que pueden debilitar el sistema inmune por un periodo de tiempo en el cual se incrementa el riesgo a desarrollar culebrilla.

Síntomas de la culebrilla

-Ardor, hormigueo o adormecimiento en la piel.

-Malestar general, como; escalofríos, fiebre, desordenes digestivos o dolores de cabeza.

-Ampollas llenas de fluido.

-Sensibilidad cutánea al tacto.

-Picazón leve o muy fuerte.

Proceso de la culebrilla

La manifestación de la culebrilla sigue un orden establecido, que se deberá tener muy en cuenta para detectar la enfermedad y es el siguiente; unos días después de haberse presentado una sensación de hormigueo o ardor en la piel, se produce el brote de un sarpullido rojo en el cuerpo, cara o cuello. En unos días más este sarpullido se transforma en ampollas llenas de fluido y después de varios días, las ampollas se secan y forman una costra. Un dato importante es que el sarpullido por lo general se manifiesta en un costado del cuerpo y en la mayoría de los casos de culebrilla la duración es de 3 a 5 semanas.

Consejo saludable

Es muy importante tomar la decisión de consultar con un profesional no más de 3 días después de que el sarpullido empieza, ya que el médico necesita evaluar el sarpullido para diagnosticar la presencia de la culebrilla y generar un tratamiento adecuado al caso.

Lo que debemos saber es que a pesar de no existir una cura para la culebrilla, los tratamientos tempranos con drogas podrán atenuar el dolor severo e inducir a que las ampollas se sequen más rápido. Otro dato importante es que la culebrilla no requiere de hospitalización y no es contagiosa, excepto si no se ha tenido varicela, en tal caso se deberá estar alejado de un paciente con culebrilla.

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